YayBlogger.com
BLOGGER TEMPLATES

Cansada de vivir, con miedo de morir.

Un espejo roto, sangre en el piso, un filo golpeandose contra mi muñeca, caen lagrimas hasta mis labios que nunca fueron besados por quien quise. No soy a esa que extrañarían.
El problema con cortarse es que una vez que empezas, no podes parar. Es adictivo, cortarme fue mi droga.. era la consecuencia perfecta de cada cagada que me mandaba. Cada vez que me cortaba, me olvidaba de todo lo que estaba mal, toda mi concentración se basaba en el corte que me estaba haciendo. Me olvido de todo excepto del dolor, el dolor se había convertido en mi mundo. Sólo sangraba para recordar que estaba viva, para recordar que sentía algo, para recordar que todo podía ser siempre peor. Nunca supe si alguna vez pude o simplemente mejoré.. o si solamente estaba acostumbrandome a todo el dolor. No crean que por cortarme sea suicida, siempre tuve mis razones para hacerlo.. pero sólo 1 de cada 10 veces que lo hacía era para matarme.
Cada vez que me miro el brazo, veo mis cicatrices, mis dolores, mis defectos. Esos golpes que me dí, cada uno fue una batalla para mí.. una batalla que no pude ganar. Lo que más recuerdo era que cada vez que esto sucedía, cada vez que quería sentir más dolor y empezaba a ver la sangre caer, deseaba tener más coraje. Sólo quería un poco mas de coraje, para apretar un poco más. Pero la gente no entiende, nunca se entiende que el dolor que tenía/tengo en la cabeza era peor que el de mi cuerpo, las peores partes nuestras nunca se ven. Como iban a saber que realmente estaba dolida si no podian ver mi verdadero dolor? Fue por eso que decidí cortarme y llevar puesto en mi cuerpo el dolor que las palabras no podían expresar.
El tiempo pasó, ese dolor se terminó y la ansiedad bajó. Esas heridas que durante tantos años intenté esconder abajo de una remera, cicatrizaron. Pero las memorias quedan y sólo hace falta mirarme el brazo para darme cuenta que el dolor sana pero siempre, SIEMPRE dejará una cicatriz que no se borrará.


0 comentarios: